lunes, 21 de abril de 2008

Bitácora de un viaje accidentado


Serios problemas de imagen deberá sortear la Primera Mandataria para llevar a cabo un Tratado Económico de Enorme beneficio hacia nuestro país

El viaje de la Presidenta Michelle Bachelet a China no ha estado exento de polémicas. Muchas de sus decisiones políticas han sido cuestionadas: desde la integración de su hija, Francisca Dávalos, a la comitiva hasta el hecho de que su visita al país oriental haya sucedido en el marco de violentas represalias para con los tibetanos.

El principal objetivo de Bachelet y su comitiva es el de incluir un capítulo sobre inversiones y servicios en el Tratado de Libre Comercio (TLC) que ambos países firmaron en 2005, durante la primera visita oficial de la Mandataria a dicha nación. Además, ella participaría en el Foro Económico de Bao.

No obstante, los primeros obstáculos que debió sortear para cumplir este cometido, dicen relación con los desperfectos técnicos que obligaron al avión presidencial a retornar a Chile, justo en instantes en que se disponía a cruzar el Atlántico. Fue entonces que la comitiva – integrada, además de la Presidenta, por la Ministra de Marigen Hornkohl, la subsecretaria de Hacienda, María Olivia Recart y el director de protocolo de la Moneda, Fernando Ayala, además de otras personeros del mundo político y económico - debió ser separada y distribuida en distintas aeronaves.


Mientras la máquina despegaba, abandonando los suelos chilenos, comenzaban a tejerse en nuestro país numerosos entretelones conforme a este controvertido viaje.

Funciones de Primera Dama

Uno de los puntos más comentados del viaje de la Presidenta de la República fue la inclusión dentro de la comitiva de su hija, Francisca Dávalos. La joven antropóloga pudo acompañar a su madre en este periplo gracias al financiamiento estatal, lo que causó escozor en diversos sectores políticos de nuestra nación.

El Ministro Vocero de Gobierno, Francisco Vidal, salió en defensa de la muchacha, aduciendo que "los Presidentes viajan con sus señoras, es parte del protocolo. Asimismo, la mandataria viajó con su hija". Fue entonces que los periodistas le recordaron que las esposas de las referidas autoridades les acompañaban en su calidad de primeras damas, a lo que el Secretario de Estado respondió: "Ella puede invitar a quien quiera. Chile tiene una tradición en austeridad, pero en su historia contemporánea los gobernantes pueden – y han invitado – a sus familias. Francisca es la hija de la Presidenta… ¿Le parece poco?". La molestia de Vidal era evidente, al responder con su habitual sorna a los requerimientos de la prensa.


Históricamente en nuestro país, los mandatarios han realizado visitas oficiales en compañía de sus esposas. Ejemplo de ello es el Senador Eduardo Frei, quien llevaba consigo a su mujer, Marta Larraechea, y a sus hijos. Según sus propias declaraciones, a éstos "se les lleva para compensar el poco tiempo que pasamos juntos"


Tibet; un problema milenario.

El viaje de la Presidenta al país oriental se enmarca en plena efervescencia del conflicto entre chinos y tibetanos. Este problema tiene larga data, y en los últimos días se ha incrementado producto de las represalias que el gobierno ha adoptado en contra de los manifestantes anti- China. Este foco de tensión surgió nuevamente el pasado 10 de marzo y ha ido en aumento con el correr de los días.

El Presidente del PS en Chile, Camilo Escalona, defendió a la Mandataria aduciendo que dificulta que su viaje dañe la imagen de Chile ante el mundo, dadas las ya referidas acusaciones por violación a los derechos humanos que pesan sobre la nación oriental.

Escalona sostuvo que "no hay que mezclar las cosas, porque las relaciones entre los estados son permanentes y el tema de los DD. HH es esencial para Chile, desde el punto de vista de su contenido. No obstante, esto no significa alterar las relaciones con los estados con que mantiene buenas y constructivas relaciones". Según el Senador, éstos "son dos procesos perfectamente posibles de relacionar".

Además, se ha destacado lo favorable que sería en lo económico que la Presidenta cumpliese su cometido, ya que el crecimiento de nuestro país sería tal que podría situarse en lo que consideramos "una nación desarrollada"

1 comentario:

Pamela Rodríguez dijo...

Profesor: Este tema corresponde a la solemne encargada por usted el pasado lunes.